lunes, 21 de octubre de 2024

DOMINGO KULTURAL / 100 años de Capote













Pedro Mosqueda

Hace poco se cumplieron 100 años del nacimiento de Truman Capote. Tuvo una infancia muy triste. Su padres eran alcohólicos. Su padre lo abandonó, y como expiación y sanación, él se cambió el nombre. Un día, al encontrarse con su padre, le espetó en la cara: "Ya no soy Parsons, ahora soy Capote."

Su madre lo llamaba mariquito, y él se lo tomó muy en serio. En una época en que la homosexualidad era penalizada en Estados Unidos, Truman se convirtió en un militante abierto de su condición sexual, llegando a ser una estrella de los programas de televisión, las fiestas de la élite de Nueva York, el cine, la literatura, y el periodismo. Era promiscuo, de muy buen gusto, exagerado en sus gesticulaciones, con una voz aniñada y chillona, y esa combinación de talento y osadía lo convirtió en una celebridad.

Era amigo de Marilyn Monroe, de Jackie Onassis, y las más rutilantes personalidades de la gran manzana. Las mujeres más elegantes y ricas de la ciudad lo invitaban a sus fiestas, le contaban sus vidas, sus secretos, y lo adoraban como su confesor privado. Él las llamaba "Mis Cisnes."

Las traicionó. Era un vampiro. Viniendo de una condición tan pobre, aprendió la técnica de los perros callejeros, se hizo amigo de ellas, movió la cola, las lamió, comió de sus manos, y luego las mordió. Publicó muchos de los secretos que sus amigas le confiaron, lo que hizo que finalmente lo execraran, y lo fueran dejando solo, presa de del alcohol, deambulando por los rincones más sórdidos de Nueva York.

Aprendió periodismo recortando caricaturas y reportajes de la revista The New Yorker, donde finalmente terminó trabajando, con reportajes, entrevistas, convirtiéndose en la referencia obligada si querías estar el día con lo que vibraba en Nueva York.

Una novela de pícaros, Desayuno en Tiffany's, se convirtió en un éxito cinematográfico, donde Audrey Hepburn se consagró como una de las grandes actrices de la historia del cine.

Conmovido por el asesinato cometido por dos rufianes, Richard Eugene Hikcok y Perry Edward Smith, se fue a la prisión en Kansas donde esperaban la muerte, los entrevistó, compartió con ellos largas jornadas, y los acompañó hasta el día en que fueron ahorcados. 

Empleando las técnicas que había aprendido como guionista de cine, escribió A Sangre Fría, una novela de no-ficción, que además figura como uno de los hitos de inicio del llamado Nuevo Periodismo, junto con sus cuentos- reportajes compilados en Música Para Camaleones. Gabriel García Márquez fue uno de los herederos de ese estilo tan audaz y novedoso, que cautivó a los lectores en USA y el mundo entero.

La editora de Random House llegó a decir: "A Sangre Fría y Truman Capote son un tren expreso en medio de la noche. Uno lo único que puede hacer es sentar en el expreso Truman Capote y emprender el viaje." Una obra maestra, una novela-reportaje extraordinaria, que además generó muchísimo dinero.

El Truman Capote de Phillip Seymour Hoffman, le valió un Oscar al mejor actor. Ese filme, junto con Desayuno en Tiffany's y A Sangre Fría, se están exhibiendo en el Trasnocho Cultural con sus respectivos cine foros. Esa es una gran oportunidad de conocer la obra y la vida de este maestro de las letras y de la vida desbocada.

Una miniserie de Netflix, "Feud: Capote vs. The Swans" (Feud: Capote versus los Cisnes), recoge la vida meteórica de ascenso y caída del genial escritor. Se las recomiendo.

Hay un relato suyo que toca el cielo, "Una Hermosa Criatura." A la muerte Constance Collier, una de las estrellas del Actor's Studio, toda la comunidad cinematográfica y actoral de Nueva York se reunió en el funeral. Miss Collier era maestra de las Hepburn (Audrey y Katherine) así como de la grandiosa Vivian Leihg. Había aceptado a una novicia a quien llamaba “mi problema especial”: Marilyn Monroe.

Marilyn llegó tarde, escondiéndose de la prensa, con lentes oscuros y pañuelo en el pelo. Sólo quería rendirle homenaje a su maestro, y salir de allí inmediatamente. Creo que no tenían sino unos 80 dólares, tal vez menos. Truman y Marilyn se fueron de bar en bar, por el sur de Manhatan, bebiendo, haciéndose confesiones mutuas, llorando riendo, hasta llegar al puerto, al Battery Park.

Un hombre venía paseando a su perrito, y Marilyn, encantada, se agachó a hacerle carantoñas el cachorrito. El hombre le advirtió que no debería hacerle cariños a perros desconocidos, que la podían morder. Pero Marilyn no tenía miedo, ella sabía que las mordidas de los hombres son peor.

Aquel hombre se quedó viéndola, la reconoció y le dijo:

-¿Es usted quien yo creo que es?

-Sí.

-Por favor, deme un autógrafo, porque cuando llegue a la casa y se lo cuente a mi esposa no me va a creer.

Al morir Marilyn, Capote recordó esa caminata, maldiciendo al puto mundo, que se había llevado a aquella mujer extraordinaria.

¿Cómo definió Capote a Marilyn?

Era una hermosa criatura.

¿Cómo definen a Truman Capote?

Era un genio.

Nos vemos por ahí.

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