Manuel Isidro Molina
Los riesgos de la complicada situación política actual son de alta peligrosidad para la paz social y el desarrollo armónico de Venezuela. La hipocresía de los actores polarizados es insultante y muy irritante socialmente, sin proyectos de gobierno creíbles a favor de las mayorías empobrecidas, ni valentía a la hora de asumir sus responsabilidades históricas, administrativas y morales en el proceso de destrucción nacional.
El gobierno de Maduro, el PSUV, sus testaferros y satélites están fraguando un fraude sin precedentes, sobre la conocida base del abuso de poder, el peculado de uso, la corrupción y el involucramiento de todos los Poderes Públicos bajo su control a favor del débil candidato reelecciónista.
Desprecio de los derechos constitucionales
Maduro & Co. desprecian los derechos políticos constitucionales de los venezolanos y venezolanas, como regla de acción delictiva impune:
* Coaccionan a los funcionarios públicos a votar el #28Jul por el PSUV y sus satélites.
* Impusieron un apartheid político-electoral traficando decisiones de los poderes Judicial, Electoral y Ejecutivo.
* Chantajean miserablemente a los sectores populares con las políticas publicas de suministro de alimentos, gas y servicios de mala calidad a las comunidades.
* Controlan férreamente el sistema público de medios de comunicación social, coaccionan y censuran a medios independientes y desde Conatel amenazan y cierran centenares de televisoras, radioemisoras y plataformas de Internet, como nunca había ocurrido en Venezuela.
Suman el plan de fraude electoral para el día mismo de la elección, con mil artimañas, desde el control de los centros y mesas de votación con sus militantes y el Plan República bajo directrices desde Miraflores y el PSUV, hasta la ralentización del proceso y el voto fraudulento en horas nocturnas.
Como se puede apreciar, es un plan muy complejo, que están dispuestos a aplicar irresponsable y fríamente. Se trata de todo el peso de un partido-Estado muy corrupto y despiadado contra una inmensa mayoría que no los quiere y los detesta: una especie de *"Dark Political Party"*, sobre el cual escribiré próximamente.
La loca "oposición"
La no menos loca e irresponsable "oposición" -me refiero a sus minorías extremistas - hace lo propio: se dispone a asaltar el poder en Venezuela, si logra ganar la Presidencia de la República, con su candidato de turno, anodino y de precarias salud y personalidad, Edmundo González Urrutia, "bueno para nada" en cuanto a liderazgo y muy apegado a su carrera de diplomático-oficiante jubilado.
Estos insensatos se imaginan irrespetar lapsos constitucionales y la vigencia de los Poderes Públicos que controla el PSUV.
Todo está servido para la guerra civil. Digamos que a Nicolás Maduro y a María Corina Machado les toca amarrar a sus locos. Así de simple.
manuelisidro21@gmail.com
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