El profesor Lusbi Portillo es un honorable y brillante
profesor-investigador de la Universidad del Zulia, y no
un delincuente como lo quieren exponer periodistas
palangristas de Últimas Noticias, diario secuestrado
por corruptos testaferros del gobierno de Nicolás Maduro y el PSUV.
Según el texto periodístico, Lusbi Portillo es “el organizador de todo el plan” de la situación conflictiva que mantienen las comunidades yukpa en Maracaibo y Perijá. Para semejante afirmación no se ofrecen pruebas, ni se citan fuentes, ni se consulta a Lusbi Portillo, por tanto, se hace gala de un periodismo sesgado y parcial, que ni siquiera cumple con la elemental norma, prudencia y justicia, de permitir que alguien a quien se menciona y acusa pueda defenderse y exponer sus puntos de vista.
El periodismo de marras apela a latiguillos que traen a cuento los tiempos de la peor represión: “De acuerdo a informes”, “al parecer” y “organismos de inteligencia”. Con la mayor irresponsabilidad, se busca crear un enemigo y exponerlo.
La verdad del pueblo yukpa
Lo verdaderamente cierto es que los yukpa de la Sierra de Perijá, del estado Zulia, tienen más de 10 años sin vialidad. Los más afectados son los que viven en la cuenca del río Yaza. Por esta razón no pueden sacar al mercado su producción agrícola y cárnica.
Estas comunidades indígenas no encuentran vías de diálogo para que se les escuche y atienda. Eso da origen a una situación de emergencia, que abarca áreas vitales en salud, educación, alimentación e infraestructura, y conlleva a una situación precaria, que obliga a los yukpa a salir a vender su artesanía en Maracaibo, Caracas y otras poblaciones, haciendo uso del derecho que les asiste a la libre circulación.
Por un manejo muy discutible y criticable por parte del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, Minppi, esta problemática en lugar de resolverse se va complicando, siendo el pueblo yukpa arrastrado a la orfandad y la precariedad de su condición de vida.
En lugar de concretar y ampliar el trabajo de una comisión designada por la autoridades para buscar el diálogo y el acuerdo, se hace uso de campañas de desprestigio contra los yukpa, a quienes se criminaliza, y contra quienes desde la investigación y el seguimiento sistemático y académico acompañan la lucha de estas comunidades por sus derechos.
Tal es el caso de la campaña que ahora se reitera desde algunas notas periodísticas contra el antropólogo Lusbi Portillo, como en el pasado reciente lo intentaron gobernadores y funcionarios que nunca supieron encontrar soluciones de fondo, a la pobreza, vulnerabilidad y negación de derechos en los que han permanecido los yukpa y otros pueblos indígenas.
SOCIEDAD HOMO ET NATURA
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