domingo, 31 de marzo de 2024

AQUÍ, AHORA... Calma estratégica


Manuel Isidro Molina

Hacia la elección presidencial controlada del 28 de julio próximo, debemos construir colectivamente una estrategia certera para derrotar a Nicolás Maduro, el PSUV y sus testaferros. Es un gran reto para quienes hemos sido excluidos deliberada y brutalmente por el Consejo Nacional Electoral presidido por Elvis Amoroso, puesto allí por sus amos de Miraflores, después de haber ejercido el más oscuro rol como Contralor General de la República, donde acumuló méritos de oprobio. 

Con convicciones firmes y política inteligente -eficaz- debemos actuar con calma estratégica, sin apuros ni sobresaltos, como un piloto de avión en turbulencia o un capitán de barco en medio de una tormenta. Objetivo: llegar seguro a puerto, ganar la elección presidencial  con un tsunami de votos y así impedir que estos galfaros pudrimillonarios y abusadores del poder se mantengan en Miraflores hasta 2031.

Dos exclusiones y una cadena de aberraciones

En el lapso de postulaciones -21 al 25 de marzo- hubo dos deliberadas exclusiones de aspirantes presidenciales: 1. Corina Yori, filósofa y docente universitaria, postulada por Vente Venezuela (María Corina Machado) como candidata de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD); y 2. Manuel Isidro Molina, ex presidente del Colegio Nacional de Periodistas y especialista en Ciencia Política, Mención Relaciones Internacionales, postulado por el Partido Comunista de Venezuela (PCV/DIGNIDAD) y el Movimiento Popular Alternativo (MPA). La primera, exponente de la extrema derecha neoliberal y macartista; y el segundo, independiente de izquierda democrática y progresista.

Lo arriba descrito fue el colofón de años de represión y exclusión por parte de un sistema corrupto y abusador del poder que viene interviniendo judicialmente organizaciones políticas para expoliarlas y ponerlas en manos de personas serviles y vendidas por dinero, canonjías burocráticas y otros negocios sucios con recursos del erario que pertenecen al pueblo, a la sociedad. 

Las inhabilitaciones administrativas, vía Contraloría General de la República, no fueron recurso menor, así como las agresivas amenazas a dirigentes y sus familiares, en medio de una ola represiva sin precedentes, bajo imputaciones fiscales de magnicidio, rebelión militar o conspiración, en grado de frustración. Su propósito ha sido amedrentar a la sociedad venezolana, con la pretensión gubernamental de salvarse de la pela electoral que le espera el 28 de julio.

Gobierno con pies de barro

El de Maduro es un gobierno con pies de barro, su apoyo popular es cada día más precario, abandonado por el común empobrecido y traicionado por su gestión corrupta y anti-obrera: salarios de hambre, bonificación del salario y un Impuesto al Valor Agregado (IVA, 16,5%) que constituye un saqueo a la familia venezolana, como n creciente costo de vida, servicios públicos en decadencia, sistema público de educación depauperado y el peor sistema de salud pública, causante de la cadena de muertes prematuras en todos los grupos etarios.

La credibilidad de Maduro y sus ministros es de las más bajas en la historia venezolana. Y sus voceros políticos siguen en baja, comenzando por Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, justificadores de lo injustificable. En esas condiciones, ningún gobierno gana elecciones, así sean sucias: todas sus trapacerías se las podemos revertir el 28 de julio, repito, con calma estratégica: ellos mueven sus piezas; y nosotros, las nuestras. La sobre confianza de los delincuentes no es eficaz en un tablero de ajedrez. Ellos son brutales y no saben de cosas sutiles como la inteligencia y la sabía espera. 

El juego no está trancado

El cuadro electoral montado por el gobierno fracasado y corrupto de Maduro, el PSUV y sus testaferros, debemos (y podemos) desbrozarlo. Ese es el reto por la reconstrucción integral de Venezuela, nuestra patria saqueada y maltratada por dos bandos irracionales cómplices de la destrucción nacional.

La mayoría del pueblo venezolano, ciertamente confundido y manipulado, aspira en el fondo un cambio verdadero, en paz. El 28 de julio será día de triunfo y superación: juntos lo lograremos, sin caer en provocaciones del  sistema podrido, ni en la pretensiones de añejos y conocidos corruptos.  Sigamos avanzando, con calma estratégica.

manuelisidro21@gmail.com

(Originalmente publicado en LA RAZÓN / la razón.net)

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