Despidos y censura en El Universal

 

ESPECIAL - A medida que arrecia la censura y se arraiga la autocensura, siguen los despidos en El Universal, ahora convertido en semanario en su impresión de papel. 

La última zaga de cesanteados, a pesar de la infranqueable y tan cacareada  inamovilidad laboral socialista, incluye a los periodistas, Génesis Pérez, redactora de la revista Estampas, Castor Hernández,  de la sección de Ciudad, Ezequiel Querales, de Política y  Arjelín Urbina, de la sección de sucesos de la web. 

Igualmente fueron echados a la calle los fotoperiodistas de   larga data en la empresa (más de 25 años), Venancio Alcáceres, Fernando Sánchez,  “Chino” Oswer Díaz, así como los colegas Gerald Álvarez, de redes y Peter Nieto, de diseño.

Como se ha hecho habitual, la empresa alega reducción de personal por incremento de costos, pese a los míseros salarios que devengaban y siguen pagando a los infatigables colegas, que aún laboran en el otrora prestigioso rotativo, la mayoría de ellos, solo por apego a su vocación profesional y amor al “mejor oficio del mundo”, a decir del laureado escritor Gabriel García Márquez.

Es oportuno recordar, que según datos aportados en una oportunidad por la empresa, El Universal llegó a tener en su nómina hasta 1520 trabajadores, incluyendo 167 periodistas, quienes copaban los 15 pisos de oficinas en la sobria torre arquitectónica de la esquina de Platanal de la avenida Urdaneta, actualmente totalmente vacías y reducidas a una planta del edificio anexo, con menos de 30 periodistas y una veintena de empleados.

En declaraciones a Noti-Rumbos, el periodista Ezequiel Querales,  denunció que la empresa le mantiene confiscado el pago del bono de julio y  prestaciones, por no haber podido llevar desde su casa en El Valle, a la torre, la vieja y pesada computadora  asignada para el teletrabajo, debido a que no dispone de vehículo ni divisas para pagar un taxi. Denunció además, que El Universal pretende calcular las prestaciones los trabajadores cesanteados en base al salario mínimo (Bs 7.000.000,00, menos de dos dólares), y no en razón al equivalente en bolívares, del bono de $50, $40, o $30 mensuales, que registran los correspondientes asientos bancarios de los trabajadores y sus respectivos pagos de cada mes. (E.Q.V). ezzevil34@gmail.com