💫 PARA EL DEBATE...
(Este cuestionario me lo enviaron dos amigas investigadoras, para un estudio politológico; y esas fueron mis respuestas)
Propósito de la investigación: contribuir a la comprensión del proceso histórico venezolano 1998–2021, a partir del imaginario de los sectores de izquierda que insurgieron a partir de las década de los sesenta del siglo XX, por lo que nos gustaría y estaríamos muy agradecidas si podríamos contar con su apoyo, respondiendo a las preguntas que a continuación le transcribimos.
- ¿Podría decirnos cuál ha sido su trayectoria política, se identifica usted como una persona de izquierda?
Soy militante de izquierda, desde muy joven, tal vez desde niño: fui del movimiento de pioneros del Partido Comunista de Venezuela (PCV), por influjo de mis padres militantes del PCV desde antes de yo nacer en 1950. Luego milité en la Juventud Comunista de Venezuela (JCV), a partir de 1964 siendo estudiante del Liceo Luis Razetti, en Caracas, donde me tocó ejercer las responsabilidades de secretario general y presidente del centro de estudiantes durante 3ro. 4to. y 5to. años, electo sucesivamente.
Ya bachiller, en 1969, viajé becado a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) a estudiar Ingeniería Hidroeléctrica.
Encontrándome en la URSS, en diciembre de 1970 se produce en Venezuela la división del PCV; y con la mayoría de los militantes de la JCV en la URSS pasamos a fundar la Juventud del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la URSS, lo que motivó nuestro regreso a Venezuela en 1972, cuando ingreso a las filas de la J/MAS en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Todos mis desempeños estudiantiles, gremiales y políticos han sido de origen electivo: dirigente liceísta, miembro del Claustro de la UCV, secretario de Organización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela (CNP); secretario de organización del Frente de Empleados Públicos del MAS, miembro de la Dirección Nacional del MAS y de sus comisiones nacionales de Propaganda y Comunicación y de Organización; diputado al Congreso de la República (suplente por el estado Mérida, período 1989-1994, y principal por el Distrito Federal, período 1994-1999), subdirector de la Fracción Parlamentaria del MAS, y presidente de la Comisión Permanente de Medios de Comunicación Social de la Cámara de Diputados (y en consecuencia, miembro de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados durante los años 1994,1995 y 1996).
En marzo de 1996, siendo diputado de la República por el Distrito Federal, renuncio públicamente al MAS, por considerar, entre otras razones, que se estaba corrompiendo como organización política y se estaba derechizando como cuerpo ideológico de izquierda. Desde entonces soy militante independiente de la izquierda democrática, opuesto siempre al monopartidismo, el dogmatismo y la visión de control absoluto del poder.
Desde esa perspectiva, en 1997 participo en el impulso de una gran alianza progresista y democrática, que en 1998 desembocó en la conformación del “Polo Patriótico” que respaldó la candidatura presidencial de Hugo Chávez Frías, y así obtuvimos el triunfo histórico del 6 de diciembre de 1998, fenómeno político-social que inmediatamente comenzó a ser impactado por el empuje de fuerzas militaristas, dogmáticas y de ultraizquierda que confluyeron en la desviación autocrática y de exaltación de la personalidad del Presidente electo.
Uno de los efectos más graves fue la inmediata subalternización del “Polo Patriótico” como centro de dirección política del proceso venezolano, y de alimento, evaluación y control del ejercicio del poder que pasó a manos del presidente Chávez y su más estrecho círculo personal, familiar, militar y de control gubernamental, con Luis Miquilena Hernández y José Vicente Rangel, como pivotes de ese ejercicio, que desde el comienzo –en diciembre mismo de 1998- dio entrada a mafiosos de la corrupción administrativa y el enriquecimiento ilícito desbocado de etapas anteriores, y al desprecio de los controles institucionales y legales para una sana administración al servicio del pueblo, la sociedad toda y el desarrollo armónico de la nación.
- ¿Cuándo y cómo se vinculó al proceso bolivariano?
Si esa interrogante implica reconocer como “proceso bolivariano” la etapa política iniciada en diciembre de 1998, con el triunfo presidencial del “Polo Patriótico”, creo que está mal formulada: hasta hoy, sin solución de continuidad, Venezuela vive un proceso político que pudiéramos visualizar desde 1936, luego de la muerte del sátrapa y ladrón Juan Vicente Gómez. Siempre, el Libertador Simón Bolívar y la pléyade de libertadores anticolonialistas han estado presentes, digamos, desde el 19 de abril de 1810 y el 5 de julio de 1811, la guerra que los llevó al triunfo de Carabobo en 1821, el proceso de formación de la original República de Colombia (llamada por muchos historiadores “Gran Colombia” para distinguirla de la República de Colombia oligárquica de 1864), la liberación de Perú y la fundación de la República de Bolivia, hoy República Plurinacional de Bolivia.
De manera que, si algo hay que debemos discutir y desvelar es el mal llamado “proceso bolivariano”, expresión llena de sectarismo y exclusión para el control absoluto del poder con aliento monopartidista y ejercicio autocrático a beneficio de camarillas apegadas al abuso de poder, la corrupción, el enriquecimiento ilícito (asombrosamente desbocado y vulgar) y la administración irresponsable e incompetente.
El “Polo Patriótico” –que fundamos el sábado 12 de julio de 1998, en el Instituto IDEA en Sarteneja, estado Miranda, Caracas (anexo copia del libro de actas)- no tuvo nada qué ver con esta especie de “ornitorrinco” autocrático, corrupto y abusador del poder construido bajo la presidencia de Hugo Chávez Frías y sus principales cófrades de diversas tendencias y sectores. Sin embargo, además del aliento democrático y participativo de los propósitos del original “Polo Patriótico” (el de 1998), impregnado de justicia social y equilibrios económico-sociales y culturales, resalta históricamente su catadura ética y moral frente a la degradación existente, hoy pálida ante el vergonzoso derrumbe moral de la República.
La primera y principal traición de Hugo Chávez y sus cófrades al proceso histórico venezolano macerado con grandes sufrimientos y altas expectativas populares en el lapso 1989-1998 (con todos sus antecedentes desde 1936), está en el orden moral: de entrada –y aún durante las campañas electorales de 1998 (Congreso y Presidencia de la República y 1999 (Asamblea Nacional Constituyente, ANC)- la corrupción, el control autocrático del poder, la irresponsabilidad administrativa y el abuso de poder tejieron sus primeras estructuras, pero a una velocidad insólita, trepidante y altanera, pendenciera.
La ANC, que produjo un intenso debate nacional y un texto básicamente continuador y superador de las tendencias constitucionales democratizadoras de 1946 y 1961, inoculó el peor de todos los males para los procesos populares de transformación y lucha participativa: la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Dic. 1999) resultó un interesante compendio de propósitos compartidos de independencia nacional, integración latinocaribeña, pluralismo político, justicia social, economía mixta, equilibrios institucionales, participación política y diversidad cultural, pero absolutamente entrampado por rasgos autocráticos presidenciales muy regresivos. La de 1999 –propongo esta discusión- es la Constitución más presidencialista, autoritaria y autocrática de todo nuestra historia republicana, desde la de 1811 hasta la de 1961.
- ¿Cuál de las propuestas del proceso bolivariano, le generó mayor significación, por qué?
La reconstrucción moral de la República y el desarrollo democrático de los canales de participación social en la toma de decisiones, todo lo cual fue reducido a nada, más allá de formalidades "participativas y protagónicas" y los reiterados engaños y promesas vacías de "lucha contra la corrupción: el autoritarismo militarista y ultraizquierdista junto con la inmoralidad desde la función pública, acabaron con el compromiso asumido en 1998 y las expectativas populares generadas.
- ¿Considera usted, que lo que le generó mayor significación del proceso bolivariano sigue estando vigente? ¿Por qué, sí? O ¿por qué, no?
Desde 2000, no hago parte de eso que llaman "proceso bolivariano", porque su degradación fue acelerada y multiforme desde diciembre de 1998, cuando Hugo Chávez -en su condición de Presidente Electo- y sus más cercanos subalternos se desligaron del compromiso de conducción política del "Polo Patriótico", cuya acción pasó a ser palaciega a las órdenes del "jefe único", que ya perfilaba como un autócrata arbitrario y cómplice del abuso de poder y la corrupción para el enriquecimiento ilícito de sus familiares, amigos (socios) y subalternos militares y civiles, hoy en su mayoría pudrimillonarios, cada vez más alejados del sentir popular y la vigencia de los derechos sociales
- ¿Del momento político actual, cuál es su visión, como lo valora en términos políticos y sociales?
Venezuela sufre una tragedia histórica, de dimensiones profundas y trascendentes, cuya superación requiere un esfuerzo gigantesco sobre un país semidestruido, socialmente empobrecido al extremo de la subsistencia, económicamente destrozado e institucionalmente enervado por la corrupción y la asociación delictiva para el enriquecimiento ilícito y el abuso de poder.
Me permito transcribir lo escrito por mí, en julio de 2018, sobre este particular:
"Ya Venezuela es un país famélico, por donde se le vea: su gobierno, los factores políticos que le adversan, la economía improductiva y saqueada, en el orden moral, el sistema de justicia, la FANB y los cuerpos de policía, el sector universitario, la educación básica, la ciencia y la tecnología, la salud, las industrias básicas, PDVSA, el sistema eléctrico, los sistemas de agua potable, la vialidad y todas las etcéteras que se quieran agregar.
"Nuestras potencialidades de país están hoy arruinadas, desarticuladas, carcomidas por la corrupción, el abuso de poder y hasta las insensateces tremendas que nos caracterizan. Es decir, nuestra sociedad perdió el rumbo, andamos sin perspectiva histórica ni ubicación en el cambiante mundo global de hoy.
"El individualismo, la codicia y la corrupción nos enceguecieron. Por eso he dicho que estamos sufriendo una profunda tragedia histórica, cocinada a fuego lento por la confrontación absurda e irresponsable chavismo-antichavismo.
"¿Cómo emerger? Esa es la discusión. Hoy la queja y la obstinación envueltas en maldiciones no tienen sentido.
"La conceptualización de Chávez fue arcaico-ruralista y muy inescrupulosa; y la de Maduro no es menos. ¡Imagonen nuestro atraso y súmenle el halo delictivo, sin ética ni responsabilidad social!
"Nuestras universidades están en el suelo, asfixiadas y cada vez con menos docentes e investigadores de calidad, afectadas por el éxodo docente y estudiantil; y los pocos centros de investigación científica y tecnológica están desapareciendo fatalmente por el maltrato y el sectarismo monopartidista y autoritarista, que nadie se cala. Eso y mucho más nos ocurre.
"Existe una hipertrofia individualista socialmente hablando, que nos está matando asociada a la codicia, la ignorancia y la pérdida del sentido histórico. Por eso, aunque duele, no me extraña lo que nos ocurre y lo que pueda ocurrir en Venezuela.
"Siempre insistiré en la imperiosa necesidad de reencontrarnos para discutir y diseñar una política alternativa en valores y compromisos, para contribuir a superar esta tragedia histórica.
"Esa política debe ser estudiada, discutida y establecida claramente, con vigor ético y sentido antidelictivo: no caben los delincuentes de siempre que se han apropiado de lo público, corruptos miserables que han saqueado a Venezuela y descapitalizado nuestra economía.
"Cada vez más voces identifican la corrupción y la voraz codicia como elementos clave de esta tragedia. Cuando algunos pocos nos atrevíamos a denunciar y colocar el asunto en la opinión pública o en las mesas de discusión hace dos o tres lustros, se nos veía con desdén y hasta desprecio, pero la pudrición rebasó todos los límites imaginables: llegamos a una economía abiertamente delictiva, inhumana, hambreadora, con mafias civiles y militares inmundamente codiciosas incrustadas en todo el sistema nacional, regional y municipal del Estado venezolano. Todas las empresas del Estado fueron saqueadas, tanto en lo financiero como en sus bienes e inventarios, algo increíble para cualquier sociedad medianamente civilizada.
"Esa ha sido una de las características de la gestión Chávez/Maduro, un desastre gigantesco, la depredación ha sido terrible, inmoral e irresponsable. Como saqueadores, no tienen comparación en América Latina, salvo Haití que vive una incesante arremetida delictiva no solo despiadada sino genocida.
"Para reconstruir esta Venezuela famélica que celebran los factores de poder de Colombia y Guyana, por razones obvias, hace falta visión de futuro, dignidad y honestidad a toda prueba. Con el actual marasmo delictivo, ninguna opción edificante es viable porque no existen recursos públicos ni privados que soporten el desmadre existente.
"Mucho habrá que discutir, a ver si encontramos un rumbo distinto para nuestra patria."
(PASANDO LA HOJA / Venezuela, país famélico
https://manuelisidroxxi.blogspot.com/2018/07/venezuela-pais-famelico.html )
Adicionalmente, es menester resaltar que en esa "tragedia histórica profunda", advertida por mí en 2018, hoy es protuberante la destrucción del salario y la seguridad social de trabajadoras y trabajadores, lo que ha conllevado al empobrecimiento de la familia venezolana a grados desconocidos durante la segunda mitad del siglo XX y el primer lustro del XXI. El sistema de salud pública está caotizado y arruinado, las cajas de ahorro fueron asfixiadas y prácticamente destruidas, y los seguros privados de hospitalización, cirugía y maternidad que amparaban a los funcionarios públicos son casi inexistentes o inútiles por sus bajas coberturas. El desamparo social es generalizado, hoy en Venezuela; y todas las instituciones públicas sufren severas crisis por ineficiencia, corrupción, sectarismo y abuso de poder, una mezcla escatológica, característica de la gestión Chávez-Maduro.
- ¿Qué importancia le da a la comprensión del actual momento?
La comprensión del "actual momento" pasa por la realización de un diagnóstico cuantificado -sin edulcorantes- de la realidad económica, sociocultural y política de Venezuela, tarea de importancia estratégica nacional en medio de la opacidad de la estadística pública, sistemáticamente manipulada o simplemente desactualizada por parte del Banco Central de Venezuela (BCV), el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y todos los entes públicos nacionales, regionales y municipales, en su mayoría inauditables.
Sin embargo, esta misma grave constatación hace parte del diagnóstico necesario, y revela la magnitud del esfuerzo requerido para la comprensión histórica de lo ocurrido en tiempo de "tragedia histórica profunda". No es cualquier cosa lo acontecido: la poderosa planta industrial pública nacional fue saqueada y prácticamente destruida, desde PDVSA hasta las empresas de Guayana; corporaciones de servicios vitales como electricidad, telecomunicaciones y agua potable rozan el colapso por sus bajas cotas de eficiencia, capacidad gerencial, mantenimiento y actualización tecnológica; el sector agropecuario está empobrecido, enanizado, desasistido, golpeado severamente por la delincuencia y asfixiado por el creciente costo de insumos, maquinarias y mano de obra; educación y salud son sectores críticos con plantas físicas arruinadas y personal subpagado con remuneraciones neoesclavistas, incluso muy por debajo de la cesta básica familiar. Es lamentable decirlo, pero los únicos sectores alentados en la actualidad son los especulativos y delictivos, por su voracidad e impunidad, asociados al abuso de poder y la corrupción de funcionarios del Estado: el sistema público de contraloría fue destruido, la inmoralidad campea en el sistema de justicia, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y las policías nacionales, regionales y municipales, en su mayoría, están enervadas por el morbo del enriquecimiento ilícito cobijado por el abuso de poder, lo que disminuye su eficacia frente al delito y,a la vez, las ha colocado en el desprecio y la desconfianza del pueblo, fenómeno sumamente grave que es indispensable comenzar a revertir cuanto antes.
- ¿A su juicio, el país requiere un cambio político? De ser afirmativa la respuesta, ¿cuáles serían las representaciones ideales de ese cambio?
Desde el punto de vista político, el desvencijamiento que sufre Venezuela no es menor. Su liderazgo, además de sensiblemente corrompido y adosado al uso delictivo de los bienes y recursos financieros del Estado, en sus tres niveles y desde todas las tendencias ideológico-políticas, luce atado a escuelas de los siglos XVII, XIX y XX, sin clara perspectiva de los desarrollos mundiales actuales y las tendencias fascinantes que apuntan al futuro. En este aspecto, la mediocridad iguala a todas las tendencias, y las muestra desnudas ante una sociedad traicionada, desorientada y desilucionada, lo que es normal en tiempos de tragedias históricas como la que sufrimos.
¿Pesimismo absurdo? ¡Para nada! Los recientes acontecimientos en América Latina y el Caribe demuestran que las opciones alternativas siempre están presentes, como retos a la imaginación y las capacidades para el compromiso útil y transformador: para solo hablar de la franja andina, desde Chile hasta Colombia se vienen produciendo fenómenos alternativos progresistas y "de izquierda" con aliendo social, democrático, participativo y emancipador, revestidos de una tesitura moral y ética perceptible, sin la cual no fueran posibles. Hay quienes todavía creen que el orden moral y ético en las luchas sociales y políticas, es prescindible: se equivocan, y la triste Venezuela actual lo demuestra; todo proceso político-social (cualquiera sea su tendencia predominante) comienza a morir en el orden moral y ético catalizado en su derrumbe por la codicia, el consumismo y el hedonismo desbocados.
Quienes -como nosotros- se oponen al inmoral orden explotador, racista y excluyente capitalista -con su despreciable carga neocolonial europea, que marca la impronta imperialista de EEUU y Gran Bretaña, como rectores del imperio capitalista mundial actual- tienen ante sí, el reto de interpretar las tendencias universales dominantes, los actuales estadios sociopolíticos de la Humanidad y los desarrollos científicos y tecnológicos que en conjunto determinan las tendencias y opciones hacia el futuro. Puede sonar pueril, pero en Venezuela, hoy, es indispensable enseriar la Política, desvincularla de la irresponsabilidad, el hedonismo y la corrupción; asociarla inextricablemente a pautas metodológicas científicas y compromisos trascendentes con nuestro pueblo traicionado y empobrecido miserablemente por los cómplices de la destrucción nacional.
Los factores en pugna degradante, derraparon a su ineficacia extrema, se han hecho inútiles para los buenos desarrollos que reclama y necesita la sociedad venezolana, independientemente de que todavía controlen penosamente aristas clave del poder económico, financiero, delictivo y comunicacional.
Necesario es construir una poderosa nueva corriente política y social alternativa, en Venezuela. Y su concepción requiere un esfuerzo distintivo en el orden moral, ético y metodológico, sin el cual cualquier intento resultará nugatorio, ineficaz, inútil. Esos tres elementos -moral, ético y metodológico- constituyen el marco indispensable para la discusión necesaria y el compromiso histórico durante esta tercera década del siglo XXI, que en nuestro caso tiene un hito inevadible: la elección presidencial de 2024.
- ¿Considera usted, que en Venezuela estamos entrando en un proceso de transición política? ¿Cuáles son los factores que pudieran explicar esa transición?
Lamentablemente, no estamos en un "proceso de transición política". Por el contrario, presenciamos una tendencia remachadora del statu quo marcado por la fratricida dinámica impuesta por los cómplices de la destrucción nacional. Venezuela seguirá perdiendo y nuestro pueblo sufriendo empobrecimiento, mientras no seamos capaces de articular esfuerzos, conceptos y compromisos en torno a un nuevo proyecto político de envergadura nacional y aliento global, que marque las pautas para la reconstrucción moral, ética e institucional de la República, como lo planteamos en 2016, en la reunión fundacional del Movimiento Popular Alternativo (MPA):
" • Proponemos la creación colectiva e integradora de un Frente Amplio Nacional Constituyente con direccionalidad sociopolítica, honestidad y decisión de lucha, que articule a través del pueblo constituido en un tejido social y político de carácter permanente la configuración. ejecución y modificación de la política nacional para la transformación de las deprimidas condiciones materiales de vida de los venezolanos
" • Declaramos nuestro compromiso de lucha a favor de la justicia y la dignidad nacional, y contra la corrupción de los burócratas civiles y militares, políticos y empresarios traficantes que se han enriquecido saqueando recursos del pueblo y generando perjuicios graves e incuantificables a nuestra sociedad y su economía
" • Los movimientos sociales tienen fuerza, experiencia, capacidad organizativa y apego a los derechos soberanos para emerger consistentemente y superar el actual estadio deplorable de la sociedad venezolana
" • Llamamos a la mayoría inconforme de venezolanos y venezolanas a unir esfuerzos encomiables para superar las miserias del bipartidismo del siglo XXI y comenzar -desde ya- el largo proceso de reconstrucción moral de la República que garantice los derechos soberanos de nuestro pueblo"
MANIFIESTO DE MÉRIDA
http://manuelisidroxxi.blogspot.com/2016/12/manifiesto-de-merida_1.html
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Gracias por la consulta.
Les deseo éxito en esa tarea de investigación.
Amigo,
Manuel Isidro Molina
20.07.21
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¡Unidos, honestos y capaces somos más fuertes, para servir mejor a Venezuela!
🇻🇪🌹✨
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