Tomado de www.alfredosadel.com
Alfredo Sánchez Luna nació el 22 de febrero de 1930 en la parroquia San Juan de Caracas. Su nombre artístico, Alfredo Sadel, surgió de la combinación de Sánchez con Gardel. Hizo estudios en la Escuela Superior de Santa Capilla, dirigida por el maestro Sojo. Allí estudió teoría y solfeo, armonía, piano y canto. Trabajó como asistente de Carlos Cruz Diez en la agencia de publicidad McCann Erickson, donde dibujaba y elaboraba avisos de prensa.
Debut en Radio Caracas Radio
En el año 1946, Sadel debutó en Radio Caracas Radio, donde grabó su primera canción, titulada “Desesperación”. Sin embargo, la grabación nunca salió al aire. En ese momento, tenía apenas 16 años. Con insistencia, siguió acudiendo a programas de aficionados y luego se presentó en la “Caravana Camel”, un programa radial estelar donde recibió su primera oportunidad. Fue con un pasodoble, dedicado al torero Diamante Negro, con el cual Sadel se convirtió en todo un fenómeno de ventas: Vendió 20 mil copias en un mercado, donde tales cifras eran sencillamente imposibles. A partir de ese momento, Alfredo Sadel se hizo de un nombre en Venezuela. Grabó discos y hasta le ofrecieron participar en una película: “Flor de campo”, el primer largometraje de factura nacional. Su música, guión y reparto eran 100% venezolanos. Sadel continuó cantando en programas radiales y grabando nuevos discos y agregando nuevos repertorios. Durante esta época, se presentó en “Fiesta fabulosa”, el primer programa de su época. Billo Frómeta, Eduardo Serrano y Manuel Enrique Pérez Díaz le dan composiciones. En 1952, graba los temas “Déjame”, de Conny Méndez y “Me queda el consuelo”, de Aldemaro Romero. También compone “Por el Prado” y “Cerca de ti”. En ese mismo año, Sadel debuta en el Teatro Jefferson de New York, y a partir de ese momento, comienza su popularidad en los Estados Unidos. Actúa en el “Ed Sullivan Show”, el “Colgate Comedy Hour” y en “Chance of a Lifetime”, todos programas topes de la televisión americana y que se veían de costa a costa en los EEUU. También se presenta junto a Lola Flores en el teatro San Juan de Nueva York.
Pionero de RCTV
En 1953, fue el artista estelar en la inauguración de Radio Caracas Televisión. En este canal participó en diversos programas, entre los más recordados, “El Show de Víctor Saume”, donde se presentó al lado de Lucho Gatica, y en “El Show de Renny” con Renny Ottolina.Actúa en Nueva York para la cadena ABC y se presenta en el Hotel Shoreham de Washington. Sadel es considerado por la prensa de ese país como el artista latino más popular de la televisión norteamericana.En 1955 debuta en La Habana. Participa en los programas de televisión y radio de Cuba. La isla entera se rinde a sus pies. Comparte escena con los artistas más mimados del país, entre ellos Beny Moré. Ese año, graba el disco “Mi canción”, el cual bate récord de ventas. La TV cubana le ofreció conducir su propio programa, el cual años más tarde se adueña totalmente de la sintonía.
Artista de cine en México
En México hizo varias películas: “Tú y la mentira”, “El ratón”, “El buena suerte”, “Martín Santos El llanero”, “Un venezolano en México” y “Tres balas perdidas”. Para ese momento, Alfredo Sadel se había convertido ya en un ídolo en toda América Latina. Dominó todos los géneros y ritmos de América: desde el bolero y el tango, hasta el joropo, el vals, el merengue y los pasajes venezolanos. Sin dejar a un lado los pasodobles y los aires hispánicos. En 1957, con gran valentía, graba la canción “Escríbeme”, del compositor Guillermo Castillo Bustamante, quien desde la cárcel dedica este tema a su hija Inés. Hay que destacar que en ese momento, desafiar el régimen del dictador Marcos Pérez Jiménez significaba en muchos casos la muerte. Sadel funda también la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena (AVADE) y se convierte en el primer líder sindical de los artistas. En 1958, es el primer artista venezolano en Hollywood. Lo contrata la Metro Goldwin Mayer. Graba los discos “Sadel a media voz”, “Sadel canta a Agustín Lara” y “Caminos de mi tierra”.
La ópera lo seduce
Pero en el mejor momento de su carrera, como cantante y actor popular, decide dedicarse a la ópera, aspirando dominar el repertorio de los grandes autores clásicos como Mozart, Beethoven, Verdi, Puccini, Bizet, Scarlatti y otros.Debuta en Caracas como cantante lírico en la zarzuela “Los Gavilanes”, en 1962 en el Teatro Municipal.En Europa se presentó en los teatros más prestigiosos. Viajó a Yugolasvia, Hungría, Suiza, Francia, España, Italia, Alemania y a casi todos los países de la Unión Soviética en una época en la cual no existían relaciones con el bloque socialista.Debutó en el Carnegie Hall de Nueva York con la obra “Cecilia Valdés”. Más tarde, la compañía de Plácido Domingo (padre) lo contrató para una gira latinoamericana en la cual tuvo la oportunidad de cantar al lado de Doña Pepita Embil, la madre del gran tenor Plácido Domingo. En Lima, Sadel y Embil protagonizaron lo que los peruanos calificaron como las temporadas de zarzuelas más exitosas que se hayan realizado en ese país. A sala llena cantaron “El gato montés”. Luego, Sadel alternó con Plácido Domingo (hijo) en la temporada de ópera del año 65 en el Palacio de Bellas Artes de México. Sadel regresó a Europa y debutó como Alfredo Sánchez Luna en el Teatro de la Opera de Münster, en Alemania. En St. Gallen, Suiza, protagonizó más de cien funciones. Cantó Carmen, La Boheme, Tosca, Don Carlos y El Buque Fantasma de Wagner, Dos Pascuale y Cavallería Rusticana. Allí lo escuchó el crítico Kurt Pahlen, y decidió incluirlo en su libro “Grandes cantantes de nuestro tiempo”. En la Unión Soviética interpretó “Tosca”, “Rigoletto”, “Traviata”, “Lucia di Lamermoor” y “Madame Butterfly”. Al mismo tiempo que desarrollaba su actividad lírica, su pasión por la música popular latinoamericana se mantenía intacta. En 1979, grabó un disco en homenaje a Los Panchos. Su debut en el Teatro Teresa Carreño fue con la Orquesta Sinfónica de Venezuela en 1988.
Sadel murió en Caracas el 28 de junio de 1989
Hoy en día está la plaza de la urbanización Las Mercedes en Caracas que lleva su nombre como testimonio del reconocimiento de este ayuntamiento y de su ciudad natal a su destacada labor artística, cultural y humanística y para que las generaciones futuras no olviden al máximo cantor de Venezuela.
Alfredo, el ser humano
Según opiniones de amigos y familiares, Alfredo Sadel era un hombre polémico de temperamento volcánico, muy vehemente en sus criterios, los cuales sostenía con talento. Era una persona muy culta, inteligente y con una gran pasión. Uno de los rasgos más resaltantes de su personalidad era quizás su inmensa condición humana, puesto que era muy sensible a las penurias de su pueblo. Era una persona muy dinámica que siempre tenía proyectos y nunca se conformaba con lo que había hecho. Siempre pensaba que podía hacerlo mejor. Un ejemplo para la juventud venezolana.
Sus grandes temas
Entre sus canciones e interpretaciones más conocidas están: “Desesperanza”, “Mi canción”, “Canta arpa”, “Di”, “Diamante negro”, “Una noche contigo”, “Granada”, “Toledo” y todo un infinito repertorio de boleros, tangos y canciones latinoamericanas. La más significativa de todas quizás fue la que compuso el maestro Billo Frómeta, llamada “Canción sin título”: “Podría vivir mil años… sin un beso, vivir eternamente… sin amor, pero jamás podría… ni un instante… callar dentro del alma, mi canción“…
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