domingo, 15 de junio de 2014

PASANDO LA HOJA / Nueva hoja de ruta


MANUEL ISIDRO MOLINA
Afirmar que en Venezuela sufrimos una crisis profunda, no es novedad. Lo sabemos y lo vivimos cotidianamente, entre la nefasta corrupción, la inflación-especulación (de las dos hay), baja producción, impacto sangriento de la delincuencia, las guarimbas golpistas de la extrema derecha, y el ciego autoritarismo gubernamental, cuyo equipo económico hace agua sobre el hambre y la irritación del pueblo llano, cada vez más desencantado del oficialismo y del oposicionismo. 

La semana pasada, terminé mi artículo principal, así: “Venezolanas y venezolanos estamos agobiados por el descalabro económico, la galopante corrupción chavista y la diatriba politiquera del cepo chavismo-antichavismo. Crece la incredulidad y el desencanto, socialmente hablando. ¿Qué hacer?” 

Lo importante es construir una nueva hoja de ruta para la Venezuela que queremos mayoritariamente: un país decente y armónico, justo y equilibrado, en constante transformación futurista, afincado en el desarrollo de una poderosa economía mixta, producto del entendimiento nacional y los desarrollos científicos y tecnológicos hacia la independencia nacional sostenible, en el marco de la integración latinocaribeña para enfrentar los retos de la economía mundial y las mutaciones contemporáneas de la globalización. 

Esa nueva hoja de ruta tiene que estar por encima de las miserias del cepo chavismo-antichavismo, asumiendo un compromiso alternativo que preserve la paz en nuestro país, y presione desde ya los cambios indispensables para adecentar la vida republicana y rescatar los equilibrios del pluralismo constitucional que ha sido hecho trizas por el envolvente dispositivo polarizante de los factores de poder en pugna irresponsable.

Constatamos que la mayoría del pueblo ya no comulga ni con el “gobierno” ni con la “oposición”. Sus dirigentes están sufriendo el rechazo popular, de forma preocupante. Lo pertinente es alimentar, organizar y desplegar esa nueva hoja de ruta, desde ya, con aliento estratégico, democrático y civilista, que nos lleve a un gran encuentro nacional para superar la crisis histórica a la que nos han arrastrado los errores, corruptelas e iniquidades de los principales actores de las llamadas “cuarta” y “quinta” repúblicas.

No se trata de una “oferta” de servicios ni de un “plan” preconcebido, sino de un enorme esfuerzo para decantar diagnósticos y formas de asumir la emergencia nacional, a partir de la reconstrucción moral de la República para comenzar a solventar los más acuciantes problemas de inseguridad, corrupción, productividad, responsabilidad social y personal, confrontación irracional, sin lo cual es impensable, en paralelo, reorientar la economía, el sistema de justicia, la constitucionalidad y el ejercicio peno de los derechos ciudadanos bajo el exigente cumplimiento del deber, la ley y la constitución.

Por ello, el término “ruta” o camino, a mediano y largo plazo, lo que exige actuar desde ya, con la mira puesta en el futuro, incidiendo progresivamente en su construcción. Pasa por un verdadero diálogo nacional, más allá de la morisqueta manipuladora de la reciente experiencia fracasada Gobierno-MUD; la democratización ética del sistema político-electoral venezolano, infectado de abuso de poder y corrupción; y la elevación a máximo nivel del debate público hacia las elecciones parlamentarias de 2015, única oportunidad de cambiar pacíficamente las cosas en Venezuela, dando suficiente fuerza a un compromiso alternativo que supere, como dijimos, las miserias del cepo chavismo-antichavismo.

El inmediatismo violentista de la ultraderecha no hace sino alimentar la inercia del abuso de poder y la corrupción chavista, como queda demostrado desde el 12 de febrero con el despliegue del plan “guarimba”. Es el espejismo que más conviene al gobierno, para justificar su fracaso ético, económico y social.

Hay que trabajar duro, con honestidad y eficacia, darlo todo con generosidad por nuestra patria y nuestro pueblo. Debemos, juntos, encontrar métodos decentes y solidarios de interacción para la solución de conflictos y la superación de tantos cuellos de botella. Podemos aportar soluciones, catalizar procesos pacíficos de transformación y liderar un vasto compromiso alternativo nacional, si nos disponemos a cambiar, visto el fracaso acumulado en el cepo chavismo-antichavismo.


·        NO HAY DÓLARES NI EUROS, a pesar de los ofrecimientos públicos del presidente Nicolás Maduro. “Se agudiza la escasez de divisas”, me confirman. La realidad es terca y dolorosa (para el pueblo con ingresos mermados por la galopante inflación y el agobio que causa la persistente escasez). La economía sigue fuera de control, con el bolívar pulverizado.

·        LAS MAQUILLADAS CIFRAS DEL BCV confirman la crisis de decrecimiento económico + inflación; es decir, cae la producción, suben los precios y los pillos de las mafias chavistas siguen enriqueciéndose impunemente, después de haber pulverizado el bolívar y vuelto leña a la economía nacional. ¡Qué dirán los del clan Merentes, pillos y hedonistas! No tengo referencia de tanta sinvergüenzura, ni de lo alcahuetas que son los más altos responsables del Poder Ejecutivo y de la Asamblea Nacional. ¿Hasta cuándo?

·        ARMANDO CAPRILES, Antonio Morales, José Policastro y José Galviz son fichas principalísimas de una de las mafias financieras que, desde el gobierno, han pulverizado el bolívar, traficando con divisas. Todos impunes y magníficamente conectados. Articulan con el BCV, todo cuanto tiene que ver con Cencoex, Sicad I y Sicad II (antes Cadivi + Sitme, ¿recuerdan?).

·        EL CICPC presta custodia especial, inmerecida, al traficante de divisas y asegurador de Pdvsa, Diego Salazar, cuyas suntuosas oficinas son protegidas por agentes pagados por el Estado venezolano. Este boliburgués de novela, amasa una fortuna “robolucionaria” inimaginable, incuantificable, también impunemente. Es otro de los grandes responsables de la pulverización del bolívar, y del agobio del pueblo venezolano por la profunda crisis económica nacional.

·        “NO VAN A DAR LA LISTA DE EMPRESAS FANTASMAS que se robaron los dólares preferenciales”, con apoyo de las mafias financieras chavistas del gobierno Chávez-Maduro y del Banco Central de Venezuela. El problema, digo yo, para el presidente Nicolás Maduro es que si le mete el diente a esa colosal estafa a la nación que permitió el difunto Hugo Chávez, cae el gobierno. Él es prisionero de esas mafias de abolengo chavista, con profundas conexiones con el Psuv, partido adosado al erario y a la constelación de testaferros cultivada durante los años “dorados” de su predecesor. Hace rato, y para siempre, Maduro perdió su prometida “guerra contra la corrupción” que motivó inicialmente la vigente “ley habilitante”. En esa materia, el gobierno tiene pies de barro putrefacto.

·        EDITOR DESQUICIADO intentó extorsionar al vicerrector administrativo de una conocida universidad privada venezolana, “exigiendo” 500 millones de bolívares y “un título de licenciado en comunicación social”. La supuesta extorsión se habría producido después de publicar en su semanario una andanada contra el abogado y docente universitario, quien ahora parece decidido a responder con una demanda penal.

·        LA BANDA DE LOS “ENANOS” tuvo “enanitos”. Es decir, se ha dividido y subdividido por sucesivas peleas por botines del tráfico de influencia y actividades extorsivas, pero cada uno con sus nuevos socios ha cogido por su lado. Lo más cómico es que este archipiélago de “enanitos”, todos muy ricos bajo el manto robolucionario del “chavismo” judicial y fiscal, se convirtió en una cloaca de trapos sucios, amenazas y triquiñuelas, todos contra todos.

·        ANTONIO MORALES Y GERMÁN FERRER hacen llave en las gestiones (tráfico de influencias) para aliviar la carga de imputaciones o acusaciones contra empresarios supuestamente implicados en delitos cambiarios. La “justicia” se acomoda bajándose de la mula, igual que hicieron para apropiarse de millones de dólares y euros con las mafias financieras chavistas. Juntos pulverizaron el bolívar, y ahora tienen que “entenderse” con los gestores, a ver si no llegan a tribunales. Todo, muy en secreto, asqueroso y traicionero secreto.

·        MAVISTAR, la segunda telefónica celular de Venezuela, debe ser investigada por las autoridades. Su red de comunicaciones es una calamidad, muy inferior en calidad de transmisión, a las de la estatal Movilnet (Cantv) y Digitel, la otra telefónica celular privada. No sé quién autoriza esa especie de “lotería” telefónica diseñada para estafar a incautos con sucesivos mensajes cobrados. Pero además, desvía los equipos celulares que importa con divisas preferenciales hacia los agentes comercializadores, y no oferta los mismos a sus usuarios directamente. ¿Qué ocurre? Personas con millares de “puntos” acumulados se sienten estafados por Movistar, cuando van a reponer equipos y les dicen, simplemente, “no hay”.

·        LUIS ENRIQUE COLMENARES Y ALEJANDRO MERENTES son solo dos de los protagonistas de grandes guisos en el Banco Central de Venezuela. Millones de dólares y bolívares se van en sobreprecios por contratos de obras, bienes y servicios. Sigue la pulverización del bolívar, a manos de mafias “chavistas”, en esta colosal estafa a la nación.

@manuelisidroXXI
* Ex presidente del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela 
* Licenciado en Comunicación Social - Universidad Central de Venezuela 
* Especialista en Ciencia Política - Universidad Simón Bolívar 
* Columnista del semanario LA RAZÓN  
* Asesor en análisis de entorno político y social.