domingo, 10 de noviembre de 2024

AQUÍ, AHORA / El ultraje a Maria Alejandra Díaz



«Como lo he denunciado insistentemente, el Sistema de Justicia en nuestro país, altamente corrompido, es utilizado por el PSUV en su afán de control y sometimiento social y político, para la permanencia indefinida y anticonstitucional en el poder»

Manuel Isidro Molina

La esperada sentencia 0603 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) rechazando una lógica solicitud de dirigentes del Frente Democrático Popular, tuvo un efecto contrario al esperado por los mandatarios del PSUV y su comandita de Miraflores, que todo lo determinan en el ambito de los Poderes Públicos: la multa y la suspensión de su ejercicio profesional contra la abogada constitucionalista María Alejandra Díaz, generó indignación generalizada. No fueron más que un ultraje a la dignidad de una mujer reconocida por sus méritos y valentía, quien actuó como asistente legal de los recurrentes. Claro, la pretensión de los sentenciadores y sus titereteros no es otra que la de intimidar y coaccionar al foro judicial venezolano, para que cada día más profesionales del derecho se inhiban de recurrir legalmente frente las atrocidades que comete impunemente el Sistema de Justicia en Venezuela, hasta ahora con la mayor impunidad.

Como lo he denunciado insistentemente, el Sistema de Justicia en nuestro país, altamente corrompido, es utilizado por el PSUV en su afán de control y sometimiento social y político, para la permanencia indefinida y anticonstitucional en el poder.

Desde la elección presidencial del pasado 28 de julio, ha sido protuberante el pico represivo: más de 2.000 detenidos por protestar contra el fraude electoral, encarcelamiento de dirigentes políticos y periodistas, acusaciones gubernamentales falsas con imputaciones fiscales inconsistentes y sin precedentes, torturas y siembras de delitos, juicios sin el debido proceso contra jóvenes y mujeres pobres por protestar o haber sido señalados vilmente por agentes del PSUV; en su mayoría víctimas de orquestadas acciones policiales y parapoliciales ejecutadas por el gobierno de Nicolás Maduro, quien no ha podido ni podrá demostrar que fue elegido presidente para el período 2025/2031 que comienza el próximo 10 de enero.

En ese contexto es que la Sala Constitucional sanciona doblemente a María Alejandra Díaz, compañera dirigente del Frente Democrático Popular. Es la misma SC que en agosto de 2023 emitió la sentencia ladrona que asaltó judicialmente al Partido Comunista de Venezuela (PCV); y reafirmó el secuestro judicial del interrumpido escrutinio de las elecciones presidenciales del 28.07.2024, en sentencia de la Sala Electoral del TSJ. Esa es la verdad.

«La credibilidad de los cinco Poderes Publicos Nacionales anda por el suelo en Venezuela. El problema no es Maria Alejandra Díaz o el Frente Democrático Popular: quienes están en la picota son Maduro y su combo de cómplices en este desastre de abuso de poder y venalidad»

No les bastaba declarar "INADMISIBLE" la solicitud del Frente Democrático Popular para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique las actas de votación mesa por mesa, a lo que le tienen terror el PSUV y su comandita de Miraflores. Sabían que eso sería más de lo mismo: el propósito entrelazado era castigar para intimidar al foro judicial venezolano y a la sociedad toda, que la quieren silente, inactiva y obediente, sumisa ante la brutalidad del poder envilecido, mendaz y prepotente. Esa fue su jugada, dirigida desde Miraflores, a cuyos pies están prosternados los magistrados de los poderes Legislativo, Electoral, Ciudadano y Electoral. 

Por todo lo anterior, la credibilidad de los cinco Poderes Publicos Nacionales anda por el suelo en Venezuela. El problema no es Maria Alejandra Díaz o el Frente Democrático Popular: quienes están en la picota son Maduro y su combo de cómplices en este desastre de abuso de poder y venalidad. 

«Este acto de vileza empequeñece a sus autores intelectuales y materiales confabulados»

Las manifestaciones de afecto, respeto y solidaridad hacia María Alejandra Díaz han sido muy diversas y generosas, como debe ser en la patria de Simón Bolívar. La injusticia ha sido muy grande, contra su honor, su buena reputación y capacidades profesionales. Este acto de vileza empequeñece a sus autores intelectuales y materiales confabulados. 

Con gigante razón, dejó escrito nuestro Libertador: «El talento sin probidad es un azote». 

manuelisidro21@gmail.com

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