martes, 23 de enero de 2024

La traición moral que el gobierno de Maduro y el PSUV no puede ocultarle al pueblo empobrecido


"Desde el punto de vista moral, el gobierno de Nicolás Maduro y el PSUV es un entramado indigno de desmesurados 
burócratas sin el menor grado de conciencia política democrática ni noción de respeto a la Constitución"

Manuel Isidro Molina

manuelisidro21@gmail.com

X: @20mim24 

Desde el punto de vista moral, el gobierno de Nicolás Maduro y el PSUV es un entramado indigno de desmesurados burócratas sin el menor grado de conciencia política democrática ni noción de respeto a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Además es su sino, no tiene remedio, el pueblo lo sabe y por eso lo ha abandonado y lo detesta. 

En esencia, el gobierno de Maduro es un régimen articulado mediante control viciado de los poderes Legislativo, Judicial, Ciudadano y Electoral para el abuso de poder, muy pendenciero y descarado. Sus cabezas coaligadas en torno a propósitos perversos para el control del poder y el enriquecimientoñ ilicito, creen que no tienen límites legales, morales ni temporales. Se les olvida la clave: "El poder es efímero". Y en materia constitucional, desconocen el artículo 271 de la CRBV que amenaza de por vida a quienes han incurrido en delitos de narcotráfico, violación de derechos humanos y corrupción administrativa para enriquecimiento ilícito.

En este cuadro de aprovechamiento del poder para fines perversos, dos nombres emblematizan la decadencia moral del régimen madurista: Tareck El Aissami y Alex Saab, el primero "desaparecido" bajo protección gubernamental, y el segundo aclamado por el PSUV como "héroe nacional". Nada diferentes a dos conocidos delincuentes saqueadores del erario: Tobias Carrero Nácar y Pedro Torres Ciliberto, legendarios testaferros de Acción Democrática, financistas del MVR/PSUV y desde que abandonaron sus gigantescos negocios sucios con el gobierno, regresaron como aportantes a los caudales secretos de Juan Guaidó y sus socios de la fenecida Asamblea Nacional electa en 2015.

Tareck El Aissami

La industria petrolera venezolana fue saqueada miserablemente: la mafia encabezada por Rafael Ramirez actuó con un vigor depredador sin precedentes; y la de Tareck El Aissami (TEA) la superó en ritmo y tiempo del expolio: unos 23.000 millones de dólares, solo en el affaire "PDVSA/Cripto".

El presidente Nicolás Maduro, el fiscal general Tarek William Saab y los altos cargos del Poder Judicial son responsables directos de la impunidad insolente de TEA, porque desde que el año pasado explotó dicho affaire, han protegido al capo: solo ellos saben dónde se encuentra sin presentación fiscal ni judicial. "¿Dónde está Tareck El Aissami?", es la más común interrogante nacional, pero los susodichos no se dan por enterados ni reconocen deber de informar a la sociedad. Sin duda, es el protegido del Presidente de la República y del Fiscal General. ¿Y? No pasa nada (creen ellos), pero ese grado de inmoralidad en el ejercicio de la función pública no pasará inadvertido por el pueblo venezolano, hoy empobrecido y traicionado, sometido a sufrimientos de todo tipo.

Este saqueo de la industria petrolera se ha llevado a cabo sin solución de continuidad durante la gestión Maduro: otros dos presidentes de PDVSA gozan de impunidad. Ellos son Manuel Quevedo y Asdrúbal Chávez, predecesores de TEA en el cargo. Ninguno de los tres es investigado por la Contraloría General de la República, la Asamblea Nacional o el Ministerio Público.

La inmoralidad administrativa es moneda corriente en el gobierno de Maduro, como bien lo sabemos en Venezuela y cada día es más conocido a nivel internacional. En esa materia, el actual tinglado de poder corrupto fraguado durante un cuarto de siglo, no vale un penique en la arena internacional.

Alex Saab

El otro emblema comentado es el corrupto aventurero empresarial colombiano Alex Saab, recientemente liberado por Joe Biden, presidente de EEUU, en turbia operación de canje por varios procesados estadounidenses bajo privación de libertad en Venezuela. Todo el mundo sabe que se trata de un delincuente internacional, testaferro de la familia presidencial y del PSUV. El 20 de diciembre pasado, lo recibieron como "héroe", lo que abiertamente contrasta con sus antecedentes en Colombia, Ecuador, EEUU y Venezuela.

La Fiscalía colombiana le mantiene acusación por "delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito de particulares, concierto para delinquir, estafa agravada, y exportación o importación ficticia", además de evasión fiscal y otras operaciones mercantiles ilícitas. (*) Todo un capo.

En Venezuela no le investigan debido al contubernio Nicolás Maduro/Tarek William Saab para encubrir sus operaciones ilícitas junto a socios y padrinos en el gobierno y el PSUV, pero en Ecuador y Estados Unidos le han abierto investigaciones judiciales por lavado de dinero y otros ilícitos. Aquí en Venezuela, no se mueve una paja en su contra. Por el contrario, Alex Saab está descaradamente cobijado por la pudrición del Sistema de Justicia, que controlan Maduro, Cilia Flores y Diosdado Cabello: Tarek William Saab les obedece obsecuentemente.

La corrupción del Sistema de Justicia

2023 ha sido también, un año errático y regresivo en materia política por las sucias maniobras gubernamentales, que han arrastrado a los poderes públicos Judicial, Ciudadano, Electoral y Legislativo, en un todo como un régimen altamente restrictivo de los derechos políticos constitucionales. Grave capítulo es la bochornosa sentencia de la Sala Constitucional contra el Partido Comunista de Venezuela (PCV), el cual fue despojado de su membrecía legal para asignársela a una banda de tarifados por el gobierno", afirmó en una declaración la dirigencia del Movimiento Popular Alternativo. (**)

Esa grotesca sentencia 1160 del 11 de agosto de 2023, fue firmada por las magistradas Michel Adriana Velásquez Grillet (ponente), Tania D’Amelio Cardiet, Lourdes Benicia Suárez Anderson y Gladys María Gutiérrez Alvarado, presidenta de la Sala y del Tribunal Supremo de Justicia. El magistrado Luis Fernando Damiani Bustillos se negó a firmarla. (***)

Está decisión de la Sala Constitucional del TSJ es muestra más que suficiente de la pudrición del Sistema de Justicia en Venezuela, y del corrupto abuso de poder impuesto por Maduro, Flores y Cabello, con apoyo del concierto viciado de Poderes Públicos para el atropello de los derechos políticos constitucionales. 

Por todo ello decimos que Venezuela es un país saqueado, descapitalizado y destrozado moral y jurídicamente. 

* https://acortar.link/sy4Mt2 

** Balance del año 2023

https://acortar.link/UJDeBi 

*** www.tsj.gob.ve

(Originalmente publicado en Tribuna Popular, edición N°3.046)

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