No creo que sea "película", lo de la incursión armada desde Colombia, por la cosa de Macuto, estado La Guaira. Esa ha sido la reacción evasiva constante frente a acontecimientos similares.
A esta hora, es claro -para mí- que hubo ese enfrentamiento y que el gobierno volvió a "neutralizar" la operación o incursión armada de grupos irregulares que están actuando anárquicamente con apoyo de Colombia y Estados Unidos.
Allí están los muertos, los presos y las armas, vehículos y otros materiales incautados. Otra vez, veo reacciones como "eso fue un muñeco del G2 cubano", "un montaje del gobierno", etc., que no nos llevan a la comprensión real de lo ocurrido.
Por lo pronto, para mí es creíble la información del gobierno. Hasta que se demuestre lo contrario.
Desestimar lo ocurrido es repetir la historia de evasiones irresponsables de quienes escogieron la vía violenta para derrocar al gobierno desde 2002 hasta hoy, ahora con participación de factores externos con base en Colombia, como es evidentísimo y nadie puede negar.
Lo lógico es conocer lo ocurrido, evaluar y concluir con una apreciación política seria que nos permita avanzar en el nuevo camino de una política distinta a las impuestas por el cepo chavismo-antichavismo.
"GUERRA DE PERROS"
Es la fase de "guerra de perros", en la cual es experto el sanguinario Elliot Abrams, jefe inmediato de Guaidó & Co. y de los grupos financiados por EEUU y Colombia -que los cobija- para ensangrentar Venezuela y caotizarla con violencia armada.
Esa fase de "guerra de perros" (matanza entre los nacionales de un país objetivo, como Abrams ha hecho en Centroamérica y Medio Oriente) es la que está en desarrollo junto con el bloqueo criminal Trump/Guaidó, que ha empeorado la tragedia histórica que habían fraguado los del cepo chavismo-antichavismo, como tantas veces he denunciado.
Para despachar dudas producto de la inercia polarizante, reitero una vez más, que está tragedia histórica tiene hoy tres componentes corresponsables:
1. El gobierno Chávez/Maduro, por su abuso de poder monopartidista, autoritarismo militarista, corrupción e ineficacia politicoadministrativa.
2. Las facciones violentistas de la oposición, fracturadas y frustradas.
3. El criminal bloqueo Trump-Guaidó que ha asfixiado extorsivamente áreas vitales de nuestra economía, agravando todos los problemas, que es su objetivo junto con la "guerra de perros".
Sobre esa perspectiva es que debemos reflexionar y unir esfuerzos para actuar por una senda distinta y opuesta a los fracasos del cepo chavismo-antichavismo.
No caigamos en el chantaje polarizante de tener que estar obligados a apoyar al gobierno o respaldar a esa "oposición", cada vez más fracturada y desdibujada.
Manuel Isidro Molina
manuelisidro21@gmail.com
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