martes, 5 de mayo de 2020

El naufragio de Juan Guaidó & Co. en diez actos...

Juan Guaidó se autojuramenta el 23 de enero de 2019, como "Encargado de la Presidencia de la República" en la plazoleta "Juan Pablo II" de Chacao, en el este de Caracas, sin apoyo del Poder Legislativo.


PRIMER ACTO (Autojuramentación)
El diputado Juan Guaidó -electo presidente de la Asamblea Nacional por acuerdo de la alianza Mesa de Unidad Democrática (MUD) en representación del partido Voluntad Popular- se autojuramenta el 23 de enero de 2019, como "Encargado de la Presidencia de la República" en la plazoleta "Juan Pablo II" de Chacao, en el este de Caracas, sin apoyo del Poder Legislativo, pues la mayoría de los diputados y diputadas no lo votaron para esa encargaduría.


Los presidentes Donald Trump de EEUU,
e Iván Duque de Colombia,se echan al hombro
al autojuramentado Juan Guaidó y lo protegen
hasta su naufragio en las costas venezolanas.


SEGUNDO ACTO (Trágica comedia)
Como fue pactado en secreto previamente, los gobiernos de Estados Unidos y Colombia -que ya habían desconocido a Nicolás Maduro Moros como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela- reconocieron inmediatamente a Juan Guaidó como "Presidente Encargado de la República". Ahí, comienza la trágica comedia (para Guaidó & Co., sus angustiados apoyantes y la sociedad venezolana, que desde entonces no ha tenido sosiego).


El 23 de febrero de 2019 fue el primer fiasco de la política internacional de
Guaidó & Co. bajo la consigna "sí o sí" que no les dio otro fruto que no fuera
la frustración y el calvario para decenas de militares desertores que fueron
abandonados a su suerte.

TERCER ACTO (Primer fiasco)
Guaidó & Co. llaman a la penetración ilegal de supuesta "ayuda humanitaria" por la frontera colombo-venezolana, principalmente en la franja Táchira/Norte de Santander, pero también por la colindante con el estado Zulia; por el Caribe desde Aruba y Curazao; y la frontera sur con Brasil. Este primer acto frustrado incluyó amenazantes movimiento del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, que envía varios containers de la USAID a territorio colombiano y a Aruba y Cuarazao; anuncios belicosos por parte del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; y el llamado a rebelión contra el gobierno venezolano por parte de militares activos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), a quienes ofertaron tanto Guaidó & Co. como los gobiernos de EEUU y Colombia, protección y hasta una rara "amnistía" a quienes hubiesen cometido delitos de cualquier naturaleza. Guaidó lanzó su recordado grito de guerra "Sí o sí", pero todo se le vino abajo, su primer fiasco.


El diputado Freddy Superlano se fue de rumba
con su primo Carlos José Salinas y dos prostitutas
en Cúcuta; fueron drogados con "burrundanga",
los robaron y el segundo amaneció muerto
en la cama de un hotel, por supuesta
sobredosis que no soportó su organismo.

CUARTO ACTO (Entre bambalinas)
Mientras ocurrían tales hechos frustrados y se mantenía muy en alto la tensión nacional e internacional, del lado colombiano ocurrían curiosos performances fuera del guión: 1. Un diputado y su asistente se fueron de rumba cargados de dólares de la "ayuda humitaria" a un prostíbulo, donde fueron drogados y robados; el asistente murió en la cama. 2. El ex general Clíver Alcalá Cordones, comisionado por Guaidó & Co. para organizar grupos de tropas desertoras venezolanas en el Norte de Santander y entrar armados a territorio venezolano, no pudo y se perdió hasta que apareció en Barranquilla, donde vivía con su nueva familia. 3. En medio del desorden, la plata que repartieron a manos llenas, desapareció en los bolsillos de los "comisionados" por Guaidó & Co., quienes luego fueron pillados dándose vida de ricos con dinero ajeno.


Juan Guaidó se reunió en Cúcuta con varios
militares desertores venezolanos, el 23 de
febrero de 2019, les ofreció protección y
recursos, pero luego fueron abandonados por sus
representantes que prefirieron darse lujos y
hasta comprar vehículos que se trajeron a
Venezuela, donde además compraron bienes
raíces con los dólares que les fueron
entregados.

QUINTO ACTO 
(El abandono)
Los militares desertores venezolanos que atendieron el llamado de Guaidó & Co., EEUU y Colombia, comenzaron a sufrir el abandono al que fueron sometidos por sus convocantes: perdidas sus carreras militares, les tocó pasar hambre, desamparo e incertidumbre, luego de la derrota que, como siempre, no tuvo "padres" ni "madres", a pesar de los crecientes recursos que llovían desde Estados Unidos, Colombia, varios países europeos y fuentes secretas de conspiradores "privados". 


Leopoldo López y Juan Guaidó escenificaron un solitario y hasta cómico fracaso
llamando a rebelión militar y popular, que no tuvo eco el 30 de abril de 2019.

SEXTO ACTO (La parodia) 
Leopoldo López y Juan Guaidó, junto con algunos invitados al puente Altamira de la autopista del este de Caracas, "se alzan" el 30 de abril de 2019, llamando a rebelión militar y popular que no tuvo eco: Guaidó siguió paseando y López fue a dar a la residencia del embajador de Espana en Venezuela, donde todavía pernocta, generando incomodidades a sus anfitriones. Quedaron para la historia, varios militares y civiles procesados judicialmente y dos racimos de plátanos verdes.

El ex general Clíver Alcalá Cordones, comandante de las tropas desertoras
venezolanas en Colombia, sorprendió informando que Juan Guaidó y J. J. Rendón firmaron el contrato con la empresa de mercenarios estadounidenses
"Silvercorp USA" capitaneada por el ex marine de EEUU, Jordan Goudreau.

SÉPTIMO ACTO 
(Contrato secreto)
Juan Guaidó y J. J. Rendón firman un contrato secreto con la empresa estadounidense de mercenarios "Silvercorp USA" por 1,5 millones de dólares. El propietario de dicha corporación gringa, Jordan Goudreau, se compromete a entrenar en territorio colombiano a militares desertores venezolanos abandonados, y organizar las columnas de penetración a territorio venezolano, junto con el ex general Clíver Alcalá Cordones, comisionado para tales fines por Guaidó & Co.

OCTAVO ACTO (La incautación)
Las autoridades de Colombia, en un procedimiento rutinario de control vial en la Guajira cerca de la frontera con Venezuela, incauta un cargamento de fusiles de alta potencia, miras telescópicas y otros equipos de guerra, que hacían parte de los preparativos de invasión armada sobre Venezuela. 

NOVENO ACTO (Delación y fuga)
Clíver Alcalá Cordones, desde su casa en Barranquilla, confirma que las armas pertenecen al arsenal de la tropa que se entrena para invadir Venezuela desde territorio colombiano; y sorpresivamente, sin que nadie se lo preguntara, reveló que Juan Guaidó y J. J. Rendón firmaron el contrato bélico con Jordan; y que según sus cláusulas -aún desconocidas- él comandaba la organización armada ilegal, que -de paso- fue desconocida por los gobierno de EEUU y Colombia, a pesar de que Caracas había denunciado con anterioridad la existencia de tres campos de entrenamiento militar de la tropa desertora venezolana, en territorio colombiano. Delación y fuga fueron un mismo acto: Alcalá Cordones "dejó el pelero", se entregó a la DEA en Barranquilla y se lo llevaron a territorio estadounidense con sus otros secretos compartidos.

DÉCIMO ACTO (Frustración costera) 
El domingo 3 de mayo del corriente, se encrispa la vida venezolana con la incursión frustrada de un grupo armado por las playas de Macuto, estado La Guaira. Ocho incursores muertos y dos detenidos, fusiles de alta potencia, proyectiles, equipos satelitales de comunicación y varios vehículos dispuestos para sus operaciones armadas en territorio de la Región Capital, resumen el saldo inicial de la "Operación Gedeón". Jordan Goudreau reconoce la incursión armada y garantiza su éxito, desde territorio estadounidense. El lunes 4, son capturados con su armamento, diez incursores más  en una lancha que atracó por las playas de Chuao, en el estado Aragua, en la que venían dos mercenarios estadounidenses de la empresa "Silvercorp USAcontratada por Guaidó & Co. 114 supuestos implicados están tras las rejas y sometidos a interrogatorios, incluidos los dos mercenarios gringos. A otros, los andan buscando, en operación "cívico-militar-policial", como la definió y coordinó desde el Palacio de Miraflores, el principal objetivo de la "Operación Gedeón", Nicolás Maduro Moros. (Cae el telón...)

 Las evidencias son abrumadoras. La "Operación Gedeón" fue armada y entrenada en territorio colombiano con financiamiento secreto a través de la empresa de los mercenarios de EEUU, cuyo gobierno utiliza los "servicios" de esas empresas de "seguridad" en todo el mundo no solo en invasiones a países como Irak, Libia, Afganistán y Siria sino en operaciones encubiertas como esta del domingo 03.05.2020, fracasada  estruendosamente como las de 23F2019 y 30Abr2019. Colombia no cuenta, cumple su rol como protectorado gringo.

Seguir con "dudas" y lucubraciones es necedad o complicidad.

Manuel Isidro Molina
manuelisidro21@gmail.com

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