lunes, 14 de octubre de 2019

Siempre he apoyado aumentos de salarios y pensiones. ¡Discutamos!



A algunos que criticaban -con toda razón- el salario mínimo de Bs. 40.000,00 porque "no alcanza para nada", ahora los veo rechazando el aumento a 150.000+150.000 de bono de alimentación, por "inflacionario". ¿Quién los entiende? Yo he apoyado siempre aumentos de salarios y pensiones.
En Venezuela, debemos luchar socialmente por la JUSTA REMUNERACIÓN PÚBLICA Y PRIVADA del TALENTO, PRODUCTIVIDAD Y NIVELES DE RESPONSABILIDAD de trabajadoras y trabajadores. 
Es una discusión postergada por la inútil diatriba chavismo-antichavismo, que todo lo enmascara.

Observo, como siempre, la hipocresía de los factores de poder económicos y sindicales que solo reclaman "aumentos salariales" en los organismos públicos, pero nada dicen de la explotación y mediocridad salarial en las empresas privadas, cuyos dueños se llevan la tajada del león.

La verdad es que la mayoría de los empresarios privados en Venezuela, no reinvierten sus ganancias en las empresas, las descapitalizan, exportan los capitales, pagan salarios de hambre, se oponen a los aumentos salariales por decreto y descargan con encono aumentos de precios.

¿Y los asesores económicos? Siempre en lo mismo: recomiendan no reinvertir, maquillan cuentas empresariales para evasión fiscal, niegan derechos a justa remuneración y, claro, escandalizan cuando aumentan el salario mínimo. Lo peor es que no saben que la gente, el pueblo, lo sabe.

Este tema hay que sincerarlo y dejar a un lado la hipocresía explotadora y la complicidad sindicalera que solo "denuncia" al sector público. La justa remuneración al talento, la productividad y responsabilidad de trabajadores es urgente.


CRBV Artículo 91 "Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales.
"Se garantizará el pago de igual salario por igual trabajo y se fijará la participación que debe corresponder a los trabajadores y trabajadoras en el beneficio de la empresa.
"El salario es inembargable y se pagará periódica y oportunamente en moneda de curso legal, salvo la excepción de la obligación alimentaria, de conformidad con la ley.
El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica. La Ley establecerá la forma y el procedimiento."

Precisamente por eso, propongo una discusión nacional sobre la justa remuneración del talento, la responsabilidad y productividad de trabajadoras y trabajadores.

No he dicho que el aumento a 150.000+150.00 sea "justo" ni alcance. Lo que afirmo y reitero es que estoy de acuerdo con los aumentos salariales hasta que se logre la justa remuneración del talento, responsabilidad y productividad laboral.
Yo no hago parte de la hipócrita diatriba chavismo-antichavismo, cargada de cinismo, corresponsabilidad oculta y manipulación descarada. Debemos exigir y contribuir a lograr un debate público honrado, decente, serio, responsable sin tanta basura propagandística deformante.
Venezuela es un país peculiar marcado por el cinismo: defraudadores del erario, estafadores, expoliadores y malandros articulados en los meandros de los poderes fácticos, se muestran como "líderes" aleccionadores desde lo público, sin mínima vergüenza, con descaro lacerante.

Pudrimillonarios del gobierno "socialista" hacen de "defensores del pueblo", ladrones de oposición se muestran "justicieros" y "defensores de la voluntad popular", y malandros de toda la vida hacen discursos de paz y entendimiento. Por eso, estamos como estamos en Venezuela.

Estoy clarísimo en que mi rol no es congraciarme con los bandos y bandidos que han hundido a Venezuela, sean políticos, burócratas nacionales, regionales o municipales de todos los colores partidistas, empresarios-testaferros o especuladores codiciosos y hambreadores del pueblo.

En el difícil camino de lucha por la reconstrucción moral de la República, indispensable es atender el sufrimiento de niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres que a diario se esfuerzan por sobrevivir, trabajar, estudiar y ser solidarios con sus familias y amistades.

Por eso, respaldo los aumentos salariales -evidentemente insuficientes- y levanto la exigencia de discutir la justa remuneración del talento, la responsabilidad y productividad de trabajadoras y trabajadores. No es tema para sacar partido sectario o justificar la mezquindad.

MANUEL ISIDRO MOLINA
@manuelisidro21